Vino de color pajizo pálido, de aroma punzante, almendrado y delicado.
En boca es ligero, seco y poco ácido.
Las especiales características de este vino son el resultado de un proceso de crianza bajo “flor”.
Envejecido bajo velo de flor en botas de roble americano en las bodegas siguiendo el Sistema tradicional de Solera y Criaderas en la ciudad de Jerez de la Frontera.
Ideal como aperitivo o acompañando ostras, marisco, sushi o jamón ibérico.