Como siempre en Glenrothes, las expresiones de añada solo se embotellan al alcanzar su punto máximo de perfección.
No es cuestión de edad, sino de madured, unas veces son 10, otras 15 ó 20. Esta vez ha tardado 13 años, pero como en el resto de ocasiones, ha merecido la pena la espera.
Aroma: completo y aromático con vainilla, miel y frutas tropicales como el mango.
Sabor: Suave y dulce con vainilla y caramelo. Un toque de roble con nuez moscada.
Final: Medio - largo y suave. Con agradable dulzura.