Al madurar exclusivamente en barricas de roble que previamente han albergado jerez oloroso de Jerez (España), este espirituoso es intenso, afrutado y con tanto cuerpo que se transforma en un single malt icónico.
Envejecido sin perturbaciones en las mismas barricas durante 18 años.
Color caoba claro.
Aromas a frutas secas y jengibre con toques de vainilla y canela.
En boca es suave e intenso, con toques de especias, clavo, naranja y roble maduro tostado.
Final persistente con frutas secas, jengibre y ralladura de naranja.